Según el consultor político, la irrupción de Javier Milei marca un «antes y un después» en la política argentina. «No es seguro que estemos ante una prolongada era de Milei, pero es evidente que su impacto ha cambiado las reglas del juego, y quien lo suceda difícilmente sea un político tradicional», afirmó.
aime Durán Barba considera que el surgimiento de Javier Milei simboliza un cambio profundo en la política argentina, vinculado a un contexto global y tecnológico que ha dejado atrás las formas tradicionales. «La idea de ‘volver’, como insisten algunos sectores kirchneristas, es anacrónica. Los partidos que se fueron, se fueron», afirmó.
Además, Durán Barba destacó a Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre, como un posible candidato presidencial, señalando que su perfil innovador encaja con las nuevas demandas políticas.
Por otro lado, manifestó su rechazo al proyecto de «Ficha Limpia» impulsado por el PRO, argumentando que permitiría a jueces, algunos con inclinaciones políticas, tener un poder excesivo. «Si se aprueba, los jueces quedarían por encima de la democracia», advirtió
Jaime Durán Barba es consultor de imagen, docente, profesor político, columnista de Perfil y, por supuesto, creador de presidentes. De hecho, hay una serie que se está por lanzar el año próximo en Netflix acerca de su vida como hacedor de mandatarios. Además, había sido la persona que tuvo a cargo la administración de su país, Ecuador, durante la presidencia de Jamil Mahuad.
Hace poco dijiste que Javier Milei es el Mauricio Macri 2.0. No sé si podríamos usar, metafóricamente, el término «asesino político» para describir a Javier Milei respecto a Mauricio Macri. ¿Es el Macri 2.0, la persona que viene a sustituirlo y, al mismo tiempo, a retirarlo?
Javier Milei ha llevado las estrategias comunicativas de Mauricio Macri a un nuevo nivel, mientras que Macri ha retrocedido hacia una forma de comunicación más tradicional. La Libertad Avanza ha logrado ocupar el espacio del cambio que Macri lideró durante una década, posicionándose como el nuevo referente del discurso disruptivo.
Milei, como líder de una generación más joven, encarna la radicalización de un nuevo tipo de comunicación nacida en el contexto de la pandemia. Este período de confinamiento intensificó la relación de las personas con Internet, propiciando fenómenos como el auge de los deliverys y una mayor independencia respecto a las élites tradicionales. Milei ha sabido capturar y canalizar ese sentimiento de liberación, conectando con quienes buscan un cambio profundo en el modelo político tradicional.
El análisis sugiere que Javier Milei no solo ha heredado sino radicalizado las técnicas comunicativas que Cambiemos utilizó durante la presidencia de Mauricio Macri, lo que abre la pregunta provocadora: ¿es Milei, en cierto modo, «culpa» de esa escuela de comunicación política? Jaime Durán Barba reconoce que sus enseñanzas han permeado múltiples campañas, desde Guillermo Lasso y Daniel Noboa en Ecuador hasta Gabriel Boric en Chile, lo que evidencia un cambio global en la forma de comunicar y hacer política.
La crisis de la política tradicional no es exclusiva de Argentina, sino un fenómeno que se extiende por todo Occidente. Las antiguas estructuras políticas, con sus discursos y prácticas convencionales, se muestran incapaces de interpretar y adaptarse a esta nueva realidad. Líderes como Milei, Boric y Lasso representan estas revoluciones comunicativas y políticas que fuerzan el retiro de figuras tradicionales, salvo excepciones como AMLO en México, quien se ha reciclado para sobrevivir.
Otro eje clave es la polarización. Macri ascendió impulsado por el rechazo a Cristina Kirchner, y ahora Milei ocupa ese lugar polarizador. Sin embargo, Cristina permanece como una figura central del socialismo del siglo XXI, junto a líderes como Evo Morales y Rafael Correa, quienes aún conservan un sólido 30% de apoyo, aunque con un 60% de rechazo. Esta dinámica asegura el éxito de cualquier figura capaz de polarizar con ellos, dejando poco espacio para nuevos líderes en ese espectro.
La diferencia entre Macri y figuras como Cristina, Evo o Correa es que estos últimos han sabido «taponar» la aparición de nuevas alternativas dentro de su espacio político, mientras que Macri no logró consolidar un liderazgo sucesor dentro de su coalición. Esto podría deberse a la solidez ideológica y simbólica de estos líderes en comparación con la fragmentación que sufrió Cambiemos tras su mandato.
El futuro político dependerá de cómo evolucione el liderazgo de Milei. Si su gobierno entra en crisis, podría abrirse espacio para una nueva figura disruptiva, pero no para un retorno al pasado. América Latina es testigo de la desaparición de los partidos políticos tradicionales de hace 20 años, lo que confirma que la política está en constante transformación y difícilmente volverá a los moldes del pasado.
La relación entre Javier Milei y Cristina Kirchner parece más interdependiente de lo que podría pensarse. Si a Milei le va mal, no necesariamente implicaría un regreso de Cristina como la opción predominante; más bien, abriría espacio para una nueva alternativa disruptiva. En este sentido, ambos líderes tienen sus destinos atados, ya que la continuidad de Cristina como una voz crítica depende, en parte, del desempeño de Milei en el gobierno.
La idea de «volver», repetida frecuentemente por los kirchneristas, parece ya obsoleta. Como ha ocurrido en otros países con partidos tradicionales que perdieron relevancia, el retorno de figuras como Cristina no sería viable si surge una nueva fuerza política más adaptada a los tiempos actuales.
Sobre la Ficha Limpia, la posición de no apoyarla tiene una lógica estratégica. Para Milei, mantener a Cristina como una figura elegible no representa un riesgo real, sino una oportunidad de consolidar su propia base al polarizar con una figura que ya ha sido derrotada en escenarios clave, como las elecciones intermedias. En 2017, Cristina perdió ante Esteban Bullrich en la Provincia de Buenos Aires, y en 2009, una lista encabezada por Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa fue vencida por Francisco de Narváez.
Este historial sugiere que la Provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista, no es tan segura como parece. Si Cristina se enfrenta a Milei en una elección intermedia en este territorio, es probable que sufra una nueva derrota, lo que consolidaría aún más el liderazgo de Milei y dificultaría cualquier intento de regreso del kirchnerismo.
AG: ¿Entonces está bien esta idea de no aprobar Ficha Limpia y dejar que Cristina sea candidata?
Supongo que se vincula a eso. Pero a ver, ahora se está discutiendo quiénes serán los nuevos jueces de la Corte, los 100 jueces que vienen a ser nombrados. En cuántos de esos 100 casos están revisando los currículums para ver quién es el jurista más probo. En ninguno.
Es un reparto político: los gobernadores ajustan un juez electoral, los intendentes otro… Todos los partidos en una feria política de jueces. Los jueces son muy políticos. Muchos son neutrales, pero bastantes son simples militantes políticos.
Por eso, lo de Ficha Limpia me tiene con cuidado, porque si los jueces fueran todos constitucionalistas y juristas que resolvieran en derecho, diría: «Está bien». Pero si son jueces políticos, como lo son en toda América Latina, lo más probable es que, si se aprueba Ficha Limpia, le armen un par de causas a alguien para dejarlo fuera de juego. Y los jueces quedarían por encima de la democracia.
Esto ya pasó en Brasil con el fiscal Moro. No es una garantía que jueces politizados tengan la capacidad de vetar candidatos.
AG: Es justo lo que dicen desde el Gobierno. Sobre todo hablaban más que nada de los gobernadores y su relación con las justicias provinciales…

Exactamente. Los gobernadores tienen control sobre los jueces federales en sus provincias. Y también está la Corte Suprema. Ahora no se está discutiendo si los candidatos a jueces son grandes juristas, sino si le conviene a un partido u otro.
Elizabeth Peger: Mencionaste que AMLO logró superar esta disyuntiva y reacomodarse políticamente a la nueva política. ¿Qué fue lo que hizo AMLO? ¿Y quién podría, en Argentina, tener la capacidad de hacer algo similar?
Hay dos casos que enfrentaron con éxito esta nueva etapa. AMLO, que de pronto se salió de su propio partido y comenzó a combatirlo, al PRD, al mismo tiempo que combatía al PAN y al PRI. Formó un movimiento anti partidos que es Morena, el Movimiento de Renovación Nacional, que además se identifica con la Virgen Morena del Tepeyac, la Guadalupana. Fue una jugada muy hábil para salir de la política para alguien que había sido político toda su vida, que apareció de pronto enfrentado a todos los partidos políticos mexicanos.
La gran equivocación de la candidata de la oposición fue convertirse en la representante de los partidos que estaban desprestigiados. En México, la mayoría de la población dice que nunca votaría por el PRI, el PAN o el PRD.
En Brasil ocurrió algo distinto. Lula da Silva, un político tradicional y uno de los presidentes más brillantes de América Latina, logró unificar a todos los partidos de Brasil, desde la derecha a la izquierda, incluido un opositor tan duro pero brillante como Fernando Henrique Cardoso. Con esa unidad, le ganó a Bolsonaro por apenas 1%.
En Argentina, si vemos las encuestas, es claro que la mayoría de la gente está en contra de los partidos tradicionales, de los políticos, de la justicia, de la policía, de los intendentes. Hay una reacción muy similar a la de Estados Unidos y otros países. Entonces, alguien que logre ser el candidato de la unificación de la oposición va a perder con seguridad. Lo que se necesita es alguien que aparezca como algo nuevo, con un tipo de comunicación distinto y con tesis innovadoras. Y con tesis distintas, porque también lo que ha hecho Milei es dinamitar algunas cosas que parecían inamovibles.
Si bien yo estaba en contra de los bloqueos en la ciudad de Buenos Aires por parte de los piqueteros, siempre me quedaba algo de mi espíritu de los años 60 y 70, y no me gustaba la idea de reprimir a los piqueteros. Milei de pronto rompió con algunos de esos mitos.
Eso también está pasando con las protestas de los grupos indígenas en Bolivia y en Perú. La gente dice: «¡Basta! Estos llevan décadas jodiendo la vida y no sirven para nada, que venga algo nuevo»
¿Ves a un Javier Milei creando un nuevo ciclo en la historia de Argentina o lo ves como un fenómeno coyuntural, un quiebre necesario que luego dará lugar a algo diferente?
Definitivamente Milei es un punto de inflexión. Después de él, la política argentina no será la misma. Está rompiendo mitos y estructuras. Pero su actitud radical, de enfrentamiento con todo el mundo, y su adhesión a algunas tesis muy anticuadas pueden traerle problemas. No necesariamente estamos ante una larga era de Milei, pero sí es claro que quien venga después no será un político tradicional.
¿Se podría decir entonces que Milei es el fin de una época y no necesariamente el inicio de otra?
Es el fin de una época. Podría ser el inicio de otra si logra liberarse de esas “telarañas reaccionarias”. El futuro viene de la innovación tecnológica. El futuro es Silicon Valley en Estados Unidos, es con la tecnología, no con la resurrección de las viejas fábricas que Trump quiere traer de vuelta al Rust Belt para que la clase obrera crezca y haya más «blue collars«. No se trata de eso. Hay que repensar el futuro.
Por eso te he propuesto, a ti y al grupo Perfil, la idea de hacer un gran debate que sea un gran postgrado que sea un sitio de reflexión, donde se puedan reunir viejos políticos, nuevos políticos, antiguos presidentes e innovadores, para repensar la política latinoamericana desde sus raíces. No podemos volver al pasado. Yo, de chiquito, estaba muy contento de haber llegado en una cigüeña desde Francia, lo cual caía muy bien en mi familia aristocrática. Pero ahora, si a mi nieto le digo que vino en una cigüeña, me cree un viejo idiota. Eso ya se acabó. No hay cigüeñas, no hay visiones anticuadas de la realidad. Eso murió.
Hay que repensar la democracia en una época en que la gente no quiere ser representada ni en los sindicatos, ni en el Estado, ni en ningún lado. La gente es más individualista y tiene mucho más poder en sus manos este «alma poderosa» de la que te estoy hablando, que es el celular.
